22 octubre, 2011


Muchas veces creemos que podemos con todo, que tenemos todo bajo control. Intentamos hacernos cargo de cosas que no nos corresponden o que ni siquiera podemos hacer. Asumimos mil responsabilidades, agregamos piedras innecesarias  en nuestra mochila. Después de un largo camino de soportar la mochila, explotamos, nos cuesta rendirnos, pero es algo que ya no podemos manejar más. Cuántas veces desearía correr hacia ningún lado y dejar de tropezar. Siento que el mundo se está derrumbando a mí alrededor y que “mi mochila” cada vez pesa más. No quiero rendirme, no quiero parar. La vida es una sola e intento disfrutarla al máximo, pero definitivamente no puedo con todo. Lo intenté, en verdad lo intenté, pero se me están acabando los salvavidas y me estoy olvidando de cómo nadar.  Tengo mi destino y mi desmoronado presente en mis manos y ya no se qué camino tomar. Cuántas veces voy a caer para hacerlo bien? Cuántas veces podré volver a empezar?  No trato de sobrevivir, sino que trato vivir, con alegría, con pasión, viendo la magia de cada día, pero el mundo me está comenzando a pesar.  Solo necesito dejar de caer, dejar algunas piedras en el camino y seguir adelante, buscar piedras nuevas, hermosas y exóticas y aunque luego me vayan a pesar, así viviré mi vida. 


3 comentarios:

Unknown dijo...

Si, creo que a veces debemos dar prioridades a unas cosas y dejar de lado otras tantas y así dedicarnos tan solo a lo que realmente nos interesa e importa.

Besitos de capuccino desde http://poesenthyacocco.blogspot.com/

Kiki Gruñitos dijo...

La vida es así, las caídas son lecciones. Espero todo mejore pronto.

Agus dijo...

Si no querés seguir cayendo aprende de esas caídas, aprende de tus errores.
Esos pesos en la vida o momentos feos son malas experiencias para que puedas tener buenas y disfrutarlas al máximo, es dificil de asimilarlo, sobre todo cuando estás mal, pero es asi, no queda otra linda!