10 abril, 2012

Días, horas, minutos, segundos que pasan volando tan rápido que se hacen eternos. Estas últimas semanas se están convirtiendo en días sin fin, rutinas, rutinas y rutinas que no me dan descanso. Me encanta, a pesar de estar más gastada que trapo de piso, esto es lo que amo de la vida, NO PARAR. Aunque muchas veces eso pueda significar cansancio, disfruto al máximo cada segundo. Ya no tengo tanto tiempo para detenerme a pensar y reflexionar sobre mi vida, pero poder hacer lo que amo vale esos sacrificios.
Si bien no paro un segundo, me la paso corriendo de acá para allá, intentando cumplir con cada uno de mis locos horarios me siento plena. A pesar del agotamiento que siento al final del día, esto que estoy viviendo me da energías para poder cumplir con todo esto que quiero hacer y tan bien me hace.

No hay comentarios: