Estancada.

Nunca entendí lo que pasaba. Creía que solo faltaba tu parte, que yo estaba dando todo de mi parte y que me estaba esforzando demasiado. Pero me equivoque, realmente me falta aprender mucho. Estaba haciendo todo al revés, creí que te conocía lo suficiente para poder hacer las cosas bien, pero no, te reprochaba lo inexistente. En mi interior en realidad lo sabía, pero no te lo hacía notar. Sabía que eres “perfecto”, que en verdad te quieres y estas feliz con lo que eres. Seguramente, con débiles señales, querías demostrármelo pero yo como una tonta no lo pude ver. Ahora abrí los ojos y espero que no sea demasiado tarde, quiero quererte como eres y necesito que lo sepas. TEAMO, en verdad te conozco pero soy una típica joven adolecente con todas sus imperfecciones que quiere aprender de sus errores, solo te pido otra oportunidad. Por favor volvé a abrirme la puerta de tu mundo extraordinario.